domingo, 27 de enero de 2013

Más apetecible

Ella, una mujer adulta que se siente joven. Él, un hombre adulto con ideas de vejez prematura. Ella era quien alegraba sus días. Él era quien la ayudaba a centrarse y la mantenía en la tierra. Después de tanto tiempo juntos y, aunque habían hecho todo lo posible, la enfermedad estaba acabando con él. No quiso ir al hospital, sabía lo que sucedería y su único deseo era estar en aquella cama en la que había pasado tantas noches de lujuria con ella a su lado. Ella insistió en la idea del hospital, quizá allí lo evitarían o al menos lo harían más llevadero. Él la miró, sonrió y dijo: "Pero igual morirme a tu lado es más apetecible."


Mientras él respiraba cada vez con mayor dificultad, ella le sostuvo la mano y se recostó a su lado recordando la primera vez que se habían visto y narrándole con todo detalle aquel día en que se encontraron por casualidad, donde les presentaron y, por alguna razón, no pudieron dejar de pensar el uno en el otro. Cuando ella acabó de contarlo entre sollozos, él llevaba muerto unos minutos. Había muerto con una sonrisa en la cara y una lágrima cayendo por su mejilla. Definitivamente, morir a su lado había sido más apetecible.

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