lunes, 26 de diciembre de 2011

Me gusta cuando callas

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda

[Debe ser uno de los pocos poemas que me gustan]

martes, 20 de diciembre de 2011

Carta a Doña Alba Díaz de Castilla

Amadísima Doña Alba, esta mañana he despertado con una angustia mortal atrapada en mi pecho. Los médicos dicen que moriré pronto, la tuberculosis está avanzando mucho y los sangrados ya no ayudan. Estoy peor a cada segundo que pasa y solo soy capaz de pensar en usted, mi dulce señora.

Antes de morir, mi último deseo ahora mismo es poder verla a mi lado, sosteniéndome la mano como en aquella tarde de primavera junto al rosal que cuidaba su anciana madre antes de morir. Ahora sus rosas se marchitan y yo junto a ellas por no poder mirar sus grandes ojos verdes una vez más.

Añoro sus labios color carmesí sonriéndome desde la ventana. Tras su mudanza, esta villa no ha vuelto a ser la misma, se nota la falta de la familia Díaz de Castilla. Yo noto su ausencia, el aroma de sus palabras susurrándome que no me abandonará nunca.

Siento a la muerte esperándome, ha sido más considerada de lo que esperaba que fuera y deja que acabe estas letras para usted antes de llevarme con ella. No os preocupéis, nada malo puede pasarme donde quiera que vaya porque sé que sigue amándome como la primera vez, que la distancia no ha hecho mella en mi preciosa dama de azul.

Escribo con la dificultad de un ejército vencido y mi respiración se ralentiza con cada lágrima. Lo lamento Doña Alba, ya conoce mi sensibilidad y no he podido evitar llorar al recordar su despedida, estaba usted preciosa bajo la luz del amanecer de aquel invierno frío, el más frío que recuerdo, y su imagen marchándose con su vestido azul y su sombrilla en la mano sigue acechándome en mis pesadillas. El temor por no volver a verla se ha hecho realidad, y eso me duele más aun que esta enfermedad... que mi muerte.

No puedo continuar. Espero que esta carta llegue a sus manos. Le encargaré esta misión a mi queridísima mano derecha Julián, y espero que cumpla su promesa entregando estas letras en mano. Le envío un clavel, supongo que, como yo, recordará usted su significado tras aquella noche en la buhardilla bajo la luz de la luna. Lamento sinceramente no poder despedirme de usted, mi amada dama, en persona. Juro que desearía poder expresarle cuánto la amo y cuánto la he amado siempre. Nunca la he olvidado y nunca la olvidaré.

Mi mas sincero amor eterno,
Don Álvaro Méndez Rivas, caballero y dueño de su corazón.

martes, 8 de noviembre de 2011

Ella

Corría bajo aquella lluvia torrencial como si escapase de un león hambriento. Su camiseta blanca, ajustada al pecho y mojada dejaba traslucir sus pechos, bamboleantes con cada movimiento. Su pelo, chorreando agua, se le pegaba en la frente, se le rizaba y la hacía aún más salvaje de lo que solía ser. Estaba descalza, como siempre, no solía llevar zapatos.

La veía acercarse hacia mi a través de esa cortina de agua. Estaba en el mismo portal de siempre, esperándola como cada miércoles. Pero era la primera vez que ella aparecía. Al ver su silueta mojada parar en seco ante mi, no pude evitar observar cada detalle, cada sombra. Podía ver cada gota recorriendo sus curvas como hacía tiempo que yo deseaba hacer, como una suave caricia que estremece tu piel. Podía ver el atractivo movimiento de sus pechos, provocado por la agitación de haber corrido hacia mi. Se distinguía su ombligo en medio de aquel vientre plano, cubierto por una camiseta cada vez más mojada. Aquella noche su pelo largo y moreno parecía más hermoso que nunca, la luz de la farola le daba un toque muy particular, lo hacia efímero a los sentidos. Sus manos y sus largas piernas temblaban ante mi absorta mirada.

No sé cuanto tiempo llevaba observándola de aquella manera, pero cuando por fin me atreví a mirarla a los ojos descubrí que ella también me miraba a mi. Y como si fuese lo que llevaba queriendo hacer toda su vida, me besó. Me besó como no me había besado nadie y el roce de sus labios provocó un arrebato incontrolable en mi. La cogí por la cintura y la apreté contra mi cuerpo. Fue un beso eterno, no sentíamos la lluvia, ni el frío. Habíamos dejado de temblar, se respiraba la pasión, el deseo y la paz en el ambiente.

Pasamos la noche bajo la lluvia. No quiso moverse de allí. Fue la noche más increíble de mi vida, con los besos mas apasionados de la historia. No volví a saber de ella. Al amanecer se marchó de mi lado, dejándome dormido en la acera, con su olor impregnado en mi piel y una nota que ponía "Gracias."

Vuelvo a aquel portal cada miércoles, esperando que aparezca con esa altanería tan característica de su andar. Cada tormenta sueño con ella, con ese momento, con nuestro momento. Aún me pregunto si fue real, si no fue solo un sueño del que desperté demasiado pronto, pero sé que fue real, conservo esa nota como un tesoro bajo mi almohada. Era la mujer de mi vida y me regaló un momento que jamás podré olvidar.

jueves, 20 de octubre de 2011

Y colorín colorado...

Los finales de los cuentos suelen ser lo más difícil de redactar. Quizá sea un poco porque acabas tu obra, un relato que ha nacido de ti, que has creado tu, una especie de hijo. O quizá es porque conseguir llegar al final de algo siempre cuesta mucho, cuadrar las acciones para que puedan desembocar en donde tu quieres, no dejar cabos sueltos... lo de siempre.

Hay muchos tipos de finales: los finales abiertos, los que decepcionan, los felices, los tristes, los que emocionan, los que te dejan sin palabras, los que no te esperabas... Pero sin duda el que toda persona necesita es el final feliz. Ese final que todos hemos leido: "fueron felices y comieron perdices". ¡Qué bonito! Un final que uno lee y se le queda una sonrisa tonta en la cara. Esos son los finales que nos gustan. Mi teoría es que adoramos esos finales porque no son reales, quiero decir, en la vida real no siempre acaban las cosas de forma que podamos "comer perdices", es más, por lo general los finales no son así. En la vida real abundan todo tipo de finales, pero los finales felices están en peligro de extinción. Por esa razón cuando por fin hay un final feliz la gente se sorprende más de lo que se alegra, y por esa misma razón, los cuentos con final feliz son más queridos que cualquier otro.

Necesitamos suplir la falta de finales felices en la vida. La forma optimista de hacerlo para una pseudoescritora como yo, es escribir cuentos que te saquen una sonrisa, que no tengan nada que ver con los problemas habituales, que te evadan de tu mundo y te adentren en uno donde al final comerás perdices. No siempre es fácil conseguir eso, y la verdad es que hay un punto de vista más pesimista, que también ayuda (a su manera) a hacer sentir al lector un poco mejor con su propia vida. La forma pesimista es escribir un cuento triste, melancólico y lleno de espanto, un cuento que acabe con cualquier final, menos el final feliz, un cuento que sea tan agónico que hará que el lector se sienta a gusto con su propia vida, al fin y al cabo, comparada con la situación del cuento, nada es tan malo. Hoy por hoy, prefiero el punto de vista optimista, pero he de decir que el punto de vista pesimista me acompaña gran parte de las veces, y aunque lo cambio y lo evito, al final siempre vuelve.

Me gustaría poder dar una visión de la vida, de los cuentos y de los finales un poco más alegre. Me gustaría poder creer que habrá un final feliz para todo. Hoy no lo creo porque al final no somos felices, ni comemos perdices.

martes, 4 de octubre de 2011

Jane no quiere liberar a Baby.

Érase una vez que se era, en un lugar poco visible de un bosque poco conocido, una niña encerrada en un cuerpo de adulta. Como todo cuerpo viviente que habita en otro ser, debe luchar por la supremacía del cuerpo para mandar sobre cada movimiento y cada pensamiento. Llamaremos a la niña Baby y a la adulta Jane, que aunque no son los nombres reales, bien nos sirven para esta historia y su entendimiento.

Hechas las presentaciones, me gustaría que el lector tuviera en cuenta ese conflicto de intereses que surgen en el interior de cada uno cuando, por ejemplo, vemos una piedra (o cualquier objeto consistente) en el medio de la acera. Ese conflicto que surge cuando una vocecita nos dice que debemos patearla y jugar con ella mientras andamos, a la vez que una voz (algo grave por lo general) nos recuerda que tenemos una edad y que debemos comportarnos. Ese conflicto que nos supone decidirnos entre ignorar a nuestro infante interior y seguir adelante, o ignorar a nuestro adulto serio y patear la piedra. A todos nos ha pasado alguna vez. Y si es usted listo, sabrá que lo que debe hacer es patear la piedra, no ignore al infante porque acabará matándolo, y lo necesita para sobrevivir en este mundo de locos.

Tras esta breve aclaración (y digo breve porque podría haberme extendido mucho más y no lo he hecho), debería continuar con la historia que nos atañe. Como decía, Baby luchaba cada día por la supremacía y el mandato de aquel cuerpo. Pero no hay que olvidar que es una niña, y que realmente Jane era más fuerte que ella y la mantenía controlada. Cuentan que alguna vez hasta la encerró en una pequeña jaula para que no la obligase a saltar sobre los charcos de barro recientemente formados en el bosque.

Hubo un día particularmente especial, en el que se juntaron muchos factores que hicieron que Baby pudiese salir a jugar como es debido, y no en pequeñas y controladas dosis como Jane quería. Así pues aquella tarde había llovido y en los alrededores de la pequeña casa donde vivían ambas en aquel bosque, se habían formado una cantidad considerable de charcos. Además, y aun no sabría explicar por que extraño fenómeno, un gran montón de mariposas, mariquitas y hormigas se habían apoderado del árbol en el que Jane solía leer. A media tarde la lluvia había cesado y Jane se decidió a coger el libro de estudio y dirigirse a su lugar de lectura, como cada tarde. Pero al buscar su libro se dio cuenta de que no estaba, y en su lugar encontró su cuento favorito infantil ("El patito feo"), lápices de colores y muchas hojas en blanco que pedían ser utilizadas a base de bien.

Su enfado y su desconcierto crecían tan deprisa a causa de las contrariedades que estaba sufriendo su rutina, que la Jane interior comenzaba a debilitarse, y esto le daba fuerzas y convicción a Baby para tomar el mando y dar rienda suelta a su imaginación. Llegados a este punto, el lector podrá imaginar la situación con una clara precisión. Tantos estímulos externos y tanto desconcierto para un adulto, son para un niño pura diversión y entretenimiento. Así pues, Baby comenzó por conseguir que Jane cogiera esos lápices de colores, el cuento y las hojas en blanco, con la firme intención de conseguir que Jane ilustrara cada frase de aquel cuento que tanto le había gustado de niña. Por suerte para Baby, al salir se encontró con un panorama que pintaba de diversión toda la tarde, y al darse cuenta de que ya no le costaba tanto manejar aquel gran cuerpo decidió pasar una tarde como hacía tiempo que no pasaba.

Para asombro de Jane, que no era capaz de controlar a la poderosa Baby, se lo estaba pasando en grande. Desde salir de casa sin pisar las líneas del camino de piedra que bordeaba su casa, hasta la llegada al árbol en una carrera contra si misma, manchándose la ropa con cada salto en cada charco y jugando con las mariposas, las mariquitas y las hormigas. El broche de oro de aquella tarde fue cuando un par de horas antes de tener que volver a casa, se decidió a coger aquel cuento y dibujar cada acto mientras lo leía con una profunda concentración. Al crecer Jane había olvidado cuanto le gustaba aquel cuento, había olvidado lo bien que lo pasaba con esos juegos. Jane se había concentrado tanto en crecer que había olvidado dejar un atisbo de niñez para días como aquel. Y si no fuera por aquel día Baby habría desaparecido y Jane se habría vuelto dura, aburrida, fría y metódica.

Al volver a casa, Baby estaba dormida y Jane se sentía realmente cansada. Se encontraba ya a medio camino cuando vio una pequeña piedra en medio, y sin siquiera pensarlo comenzó a patearla hasta llegar a su casa, donde la cogió y la guardó en una pequeña caja debajo de su cama como recuerdo de un día maravilloso. Baby se sintió orgullosa al enterarse de aquello, ya que no hizo falta su intervención para que Jane patease la piedra, lo cual le daba esperanzas y le hacía ver que Jane aun sabía divertirse como antes.

lunes, 4 de julio de 2011

Confusión

Confusión.
(Del lat. confusĭo, -ōnis).

3. f. Perplejidad, desasosiego, turbación de ánimo.

Poco más que añadir. Es la mejor palabra para describirme ahora mismo. No sé si para bien o para mal, pero me confundo a mi misma. Soy como un pokemon que tras ser atacado se siente confundido y se hiere a si mismo, con la diferencia de que aun no me hago heridas a mi misma. Era más fácil cuando era una insensible, cuando todo me daba igual y pocas cosas me importaban. ¿Qué cambió para que ahora las cosas me importen? No lo tengo muy claro todavía, espero descubrirlo pronto.



domingo, 15 de mayo de 2011

ExpOtaku

Sólo quedan cinco días y los nervios ya están de punta. Ya se notan las ganas de asistir al evento mas otaku y friki de Galicia. ExpOtaku es tu oportunidad de conocer mas gente a la que, al igual que a ti, le gustan las series anime, los mangas, los videojuegos, los juegos de cartas y la cultura nipona además de el frikismo en todo su conjunto. Este año la gira se amplía y como el anterior Coruña será parte de este extraordinario evento otaku. Los días 20, 21 y 22 de Mayo se os espera a todos en el recinto ferial de Coruña ('Expocoruña' -al lado del Carrefour de Alfonso Molina-), la entrada para un día solo os costará 3€ o, si lo preferís, podéis comprar la entrada de los tres días que solo os costara 7€. Aquí os dejo más información proporcionada por los organizadores de la Gira. Espero que nos veamos allí! ;)

NOTA DE PRENSA GIRA EXPOTAKU 2011

ExpOtaku es nuestra primera Gira Nacional de Eventos Otakus, una nueva clase de Eventos Feriales, Lúdico-Culturales, Multidisciplinares y Multigeneracionales, especialmente orientados al Manga, Anime, Videojuegos, Cosplay y Cultura Nipona aunque también abiertos a CiFi, Cine, Comic, Cultura Freak, Magic / YuGiOh!, Modelismo, Rol, Televisión, Wargames... etc.

Estas son nuestras convocatorias feriales para 2011...

ExpOtaku Lleida 2011: 6, 7 y 8 de Mayo | Recinto "Magical Media" |http://www.expotaku.com/lleida
Evento Facebook: http://www.facebook.com/event.php?eid=170707156314699

ExpOtaku A Coruña 2011: 20, 21 y 22 de Mayo | ExpoCORUÑA |http://www.expotaku.com/a-coruna
Evento Facebook: http://www.facebook.com/event.php?eid=160046250700311

ExpOtaku Barcelona 2011: 25 y 26 de Junio | Fira de Sabadell |http://www.expotaku.com/barcelona
Evento Facebook: http://www.facebook.com/event.php?eid=116381131766238

ExpOtaku Castellón 2011: 2 y 3 de Julio | Recinto La Pérgola |http://www.expotaku.com/castellon
Evento Facebook: http://www.facebook.com/event.php?eid=143130575735158

ExpOtaku Tarragona 2011: 22, 23 y 24 de Julio | Fira de Tarragona |http://www.expotaku.com/tarragona
Evento Facebook: http://www.facebook.com/event.php?eid=151579378233484

ExpOtaku Gijón 2011: 10 y 11 de Septiembre | Feria de Asturias |http://www.expotaku.com/gijon
Evento Facebook: http://www.facebook.com/event.php?eid=194283987265844

Mas información, referencias, sugerencias, dudas y ofrecimientos, podéis dirigir vuestras consultas a través de expotaku@gmail.com o bien a través del numero 692 586 585

domingo, 6 de marzo de 2011

... y para continuar...

No provoques. No me tientes. No empieces lo que no puedo acabar. No quiero oír excusas ni lamentos. No seré parte de esta cadena infinita. No pretendas que continúe de brazos cruzados mientras revoloteas. No esperes que me mantenga en pie sin moverme, cual estatua de bronce, vacía y sin vida. No. Y sin embargo provoco, tiento y empiezo. Y no me arrepiento.

Tumbado sobre la luz de la farola menos iluminada del lugar. Esperando verte atravesar los millones de obstáculos que te he visto dejar, solo para volver atrás, junto a mi. Eres ridícula, penosa, patética. Blanda como el algodón de azúcar, pero menos dulce. Disfruto viéndote tropezar con las mismas piedras con las que me hiciste tropezar a mi tiempo atrás. Ahora te toca a ti. Haz que valga la pena haber esperado aquí por ti.


jueves, 3 de marzo de 2011

Principalmente

La misma ventana mirándome desde el edificio de enfrente, la misma de todas las mañanas con el mismo vacío y la misma soledad. Un desierto completo para mi cada mañana desde esa ventana vigilante. La misma venta, solo que ya no es la misma. Hoy lo he visto y una mezcla de miradas que matan y miradas que follan se cruzaron en el mismo lugar para acabar en una sincera sonrisa. Una sonrisa que funcionaría de promesa para el resto del día, de la semana, del mes y del resto de los años. Una sonrisa que transformó aquel amplio desierto en un oasis iluminado por la luz tenue del sol. Una sonrisa, tu sonrisa y, a partir de aquel día, mi sonrisa.


jueves, 6 de enero de 2011

Mi sueño (explicación para mi yo futuro, por si pierdo el rumbo)

Todo el mundo, desde pequeño, sueña con algo. Una familia, un viaje, un hobbie, un futuro. Siempre hay algo que deseas con tanta fuerza que acabas por convertir en tu sueño, en tu meta en la vida. Yo no tuve algo que considerar un sueño o una aspiración hasta hace un par de años.

No se que es lo que me llevó a escoger este camino, no sé que me inspiró a empezar por este lado, o la razón por la que un día dije "voy a ser escritora". Analizando esto, pienso que quizá vaya más allá de una simple profesión, creo que va más allá de las ansias por llegar a la profesión que deseo. Esto viene de algo un poco mas profundo. Me explico, cuando eres pequeño quieres ser bombero, policía, quizá payaso... Todas las niñas hemos pasado por la etapa de veterinarias... Siempre escogemos una profesión según a quien admiramos, pretendemos llegar a ser como nuestros héroes. Una vez creces y tienes la sensatez suficiente como para escoger tu camino, también se suele escoger esa profesión que te hará parecido a tu ídolo, esa profesión que combinará lo que te gusta y que, supuestamente, te llevará a ser la persona que deseas ser (persona que casualmente se parece mucho a esa a quien admiras); es en este punto donde comienzas a formarte para llegar a ello. Obviamente me he saltado varias etapas desde que cambias de profesión cada dos días hasta que escoges tu futuro definitivamente, pero esas son simples etapas de proceso hasta llegar a la idea final, como en cualquier tesis o análisis.

Pues bien, yo no soy distinta del resto de los seres humanos, así que he pasado por todas estas etapas, pero nunca consideré un sueño llegar a estas metas, nunca consideré un fuerte deseo llegar a ser eso que pretendía ser. Un día cambié la que se suponía era la profesión de mis sueños por la idea de escribir, no sólo porque me guste contar historias, tenga imaginación y me exprese mejor escribiendo, sobretodo es porque me gusta hacerlo, porque quiero que llegue un día en que sea vieja y me de cuenta de que estoy donde quiero estar y que llegué ahí de la forma en que quería llegar. Quiero que alguien comience una historia mía y se sienta identificado, se enfrasque en el libro y viva esa realidad; quiero contar cosas al mundo, que no exista esta única realidad de mierda que parece una nube pesimista sobre cada uno de los habitantes de este planta; quiero ser parte de una época, marcar a alguien; quiero saber que sirvo para esto, cumplir las fantasías de miles de amantes de la lectura; quiero ser ese alguien que llegó solo hasta el otro lado del océano, luchando por su cuenta para marcar su propio camino. No, no es el simple hecho de ganar dinero con una buena historia comercial, con el tema más popular del momento, que será best-seller hoy y mañana nadie lo recordará, no es eso, quiero saber que con mi historia alguien se ha emocionado, alguien ha sonreído, alguien ha sentido que viajaba por el mundo, alguien se ha atrevido a hacer lo que más desea.

Por eso sé que es un sueño, un deseo, una aspiración, una meta, porque si llego a donde quiero llegar y del modo en que quiero llegar, yo seré mi propio héroe y sabré que he vivido y que nada de lo que he hecho ha sido en vano. Ese es el sueño que nunca tuve y que por fin encuentro.

domingo, 2 de enero de 2011

La espera

En suspensión. Así es como te sientes cuando la espera se hace eterna.

El tiempo no pasa, los minutos se hacen horas y a tu alrededor las imágenes se difuminan. Los mareos, el nerviosismo, las ansias por una respuesta que no llega. El deseo de conocer cual será la resolución de un juicio que aun esta en proceso. Son solo un par de minutos como mucho, pero la pregunta ya ha sido formulada y la respuesta parece estar encerrada sin querer salir. Tras pronunciar la última palabra de tu cuestión los sentidos se te agudizan, centras la vista en el receptor, oyes todo con mayor detalle, puedes sentir el aire que te rodea aun sin necesidad de viento, eres consciente de tus manos, tus piernas, tus gestos, tu realidad personal, tu respiración. Todo parece tranquilo y sosegado, callado. Porque aunque el ruido de tu alrededor sea el de una estampida en medio de la ciudad, solo serás capaz de oír los latidos de tu propio corazón, impaciente por esa respuesta, aun no pronunciada.

Cuando llega por fin esa respuesta esperada, poco tiempo después de haber hecho pública la pregunta, sea cual sea la respuesta una paz interior te llenará el pecho. Porque la espera ha sido tan agobiante y terriblemente cruel, que cualquier respuesta valdría para sosegar tu cuerpo. Las pulsaciones vuelven a ser normales, los músculos de la cara se relajan y las emociones aumentan, porque en todo tu nerviosismo has encerrado cualquier emoción y la has apretado hasta concentrarla y hacerla mas fuerte. Dejas de temblar y a tu alrededor todo se mueve mas deprisa que nunca, los ruidos se hacen ensordecedores y sientes que tu cabeza se ha llenado de colibrís llenos de adrenalina. La espera ha acabado y aunque la respuesta no sea la esperada, aunque sea la peor respuesta que jamás pudieron darte, una parte de ti se ha quedado en un profundo mar de tranquilidad, y entonces sentirás el cansancio que ha producido la tensión de tus músculos y solo querrás descansar tu cuerpo y tu mente junto a esa respuesta que por fin ha llegado a tus oídos.