miércoles, 5 de noviembre de 2014

He de decir que...


  • Estoy bien cuando me río tanto que empiezo a ahogarme y a llorar sin poder parar. 
  • Estoy bien cuando me quedo en casa con mi té, mi pijama y mis series sin querer volver a salir. 
  • Estoy bien cuando me desahogo y lloro hasta quedarme completamente vacía de sentimientos. 
  • Estoy bien cuando noto otra piel. 
  • Estoy bien cuando no soy capaz de quedarme en casa dos minutos y solo quiero salir por ahí aunque sea sola. 
  • Estoy bien cuando doy paseos sola. 
  • Estoy bien cuando miento a los demás y a mí misma al decir que "estoy bien". 
  • Estoy bien cuando me tumbo en el suelo con los ojos cerrados deseando desaparecer por completo. 
  • Estoy bien cuando me quedo una eternidad bajo la ducha y lo único que siento es el agua rozándome. 
  • Estoy bien cuando paso la noche entera mirando el techo. 
  • Estoy bien cuando meriendo tostadas y nesquik caliente. 
  • Estoy bien cuando salgo con mis amigos de fiesta por la noche. 
  • Estoy bien cuando siento que ya no se acuerdan de mí. 
  • Estoy bien cuando me besan. 
  • Estoy bien cuando me siento la cosa mas horrible del mundo. 
  • Estoy bien cuando no quiero ver a nadie. 
  • Estoy bien cuando estoy sola. 
  • Estoy bien cuando estoy acompañada. 
  • Estoy bien cuando solo quiero tumbarme y que me mimen.
  • Estoy bien cuando no quiero que me toquen.
  • Estoy bien cuando hablo con desconocidos.
  • Estoy bien cuando me siento sexy.
  • Estoy bien cuando no sé lo que siento.

Estoy bien cuando estoy mal. Porque sé que es normal sentirse mal de vez en cuando, que a veces las circunstancias y las situaciones que nos marcan no son las más agradables, que no todo es blanco o negro. Y no pasa nada por sentirse sola o mal a veces, porque nada es eterno y en algún momento pasará y volveré a sentirme bien, plena y completa como antes. Así que estoy bien. Estoy bien porque nada es perfecto y eso me encanta, porque todo depende de la situación y a veces se está bien de una forma y a veces de otra, porque fluyo con la brisa del camino y en lugar de luchar por controlarlo todo, me dejo llevar. Estoy bien porque tengo días buenos y días malos, porque todos los días malos tienen algo bueno y porque todos los días buenos tienen algo malo, así que, técnicamente, todos los días son buenos días. Estoy bien porque antes de dormir puedo pensar en al menos cinco cosas del día que me hayan hecho sonreír. Estoy bien porque puedo, porque debo y, sobre todo, porque quiero estarlo, y nadie me puede quitar eso.

Estoy bien.