miércoles, 21 de noviembre de 2012

Desear, fantasear y soñar

Cierro los ojos. Solo el silencio a mi alrededor. Mi cabeza empieza a fluir con rapidez, pero se para en algunos acontecimientos. Los recuerdos van y vienen, las ideas se hacen un nudo entre sí, las opiniones discuten entre ellas y mis pensamientos vagan de un lado a otro sin rumbo. Todo parece quieto, tranquilo, pero el movimiento, el caos, es continuo.

Algunas palabras gritan más que otras. Antes las que más conseguían llamar la atención eran las malas, las absurdas, esas que me hacían pensar hasta explotar. Ahora no. Los buenos recuerdos, los pensamientos que me hacen sonreír, las ideas productivas... Todo se agolpa, pero sin enmarañarse. Me centro en lo positivo, o lo intento al menos. Es lo que necesito. Esos recuerdos que me provocan unas ganas incontrolables de repetir acontecimientos, pequeños actos que para mí significan más de lo que podría parecer. Los quiero a mi lado, los necesito. 

Quiero ese beso, ese abrazo, esa caricia, esas palabras. Quiero ese exótico sabor, esos colores nuevos en la comida, ese olor a "recién salido del horno". Quiero ese juego, esas cosquillas, ese vídeo con una preview de mi serie favorita. Quiero tomar té a las dos de la madrugada y bailar toda la noche con un desconocido. Quiero pasear por la playa por la noche y morirme de frío mirando el mar, quiero tocar la arena con mis pies descalzos y hundir los dedos sintiendo cada grano, piedra y concha. Quiero el viento en la cara, quiero tropezar de una forma estúpida y reírme por ello, quiero escribir frases ingeniosas, graciosas y divertidas. Quiero ver esas películas que he visto miles de millones de veces, quiero repetir sus diálogos, bailar sus canciones, llorar otra vez, comer chocolate, tararear la banda sonora y sonreír al ver el beso final. Quiero una merienda suculenta con galletas, leche, cacao, pan, queso y cualquier cosa que haga que mi paladar monte una fiesta a las seis de la tarde. Quiero llorar de la risa por algún chiste horriblemente malo. Quiero.

Menos pensar y más actuar, dicen. Eso es lo que me falta, la capacidad para actuar. Pero estoy en ello. Alejando el miedo y la vergüenza y aferrándome realmente a todo eso que quiero y a más cosas que querré. Desear, fantasear y soñar es algo nuevo para mí. Solo debo escuchar, sonreír y llevarlo a cabo. Solo debo actuar.

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