martes, 20 de julio de 2010

El porqué

Hoy al darme cuenta de que no sabía como acabar un cuento corto y simple, me he preguntado: ¿por qué quiero ser escritora?
El bello arte de la escritura hoy en día se basa en el poder del dinero sobre el escritor, pocas veces se encuentra a un escritor que no busca la comercialidad, la fama y la fortuna. Escribir es más que eso. Conseguir crear un simple cuento corto, con sus personajes, sus intrigas, sus tiempos y espacios, con su principio y su final, un cuento completo; conseguir crear algo así y que además guste al lector objetivo no es una cuestión de mercado, es un desafío, una cuestión de vocación, de amor por la lectura, la escritura y las realidades alternativas que se crean en un libro. Es algo tan básico como el amor por las letras, el amor por la retórica, por la creación de vida más allá de lo biológico, la creación de una realidad alternativa en la que alguien se esconderá algún día en que no encuentre ningún escudo más. Al menos en esta escritura creo yo, en la que se hace por amor a las letras, por vocación, por gusto.
Así que, ¿por qué quiero ser escritora? Porque me gusta leer, meterme en un libro y devorarlo en una noche, olvidando lo que hay a mi alrededor, solo imaginando que estoy en ese tiempo y ese espacio que me presenta el libro. Porque un libro me marcó demasiado, y sus personajes y sus historias hicieron mella en mi, y su protagonista era escritor. Porque me gusta escribir cuentos que alguien disfrutará algún día, me gusta ver que cuento un cuento y alguien me mira y me escucha atentamente y sin perder detalle. Porque sé que es de las pocas cosas que se me dan realmente bien, aunque tenga altibajos en los que parece que no sé escribir, sé hacerlo y me gusta hacerlo. Por eso quiero ser escritora, por eso me gusta escribir, por eso me gusta leer, por eso la gente debería leer.
Un libro no sólo se lee, un libro se siente y se convierte en parte de ti.

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