lunes, 19 de julio de 2010

Arrepentimientos

¡Qué tiempos estos! Uno se despierta un día y no sabe qué debe hacer. Al día siguiente abres los ojos y tienes claros todos los pasos de tu vida. Como si eso se olvidara de un día para el otro. Pero no, no es que olvidemos como movernos o como actuar con nuestros problemas y situaciones extrañas de la vida, no lo olvidamos, pero cada día vemos las cosas de forma diferente.
Hoy por hoy, procuro despertarme y no pensar en como me moveré durante el día. Pretendo despertarme y ver como saldrán las cosas con el correr de las horas, quizá acabe mal o quizá acabe bien, pero por mucho que sepa, o crea saber, como debo seguir durante el día, nada sale como lo planeamos, jamás, ya lo decía Murphy.
Preguntarse por qué un día hemos hecho algo si ahora nos arrepentimos es inútil, arrepentirse es tanto o más inútil que eso, pero lo hacemos. O lo hacía, en mi caso. Arrepentirte de algo que has hecho o que has dejado de hacer no soluciona nada, ni lo soluciona ni elimina el pasado. Si ya ha pasado y nada puedes hacer para arreglarlo, no te arrepientas. Sonríe e intenta hacerlo mejor la próxima vez, no tienes más opciones.
Vaya reflexión más extraña la de hoy, me he dado cuenta al releer esta especie de confesión. Quizá haya sido por el día, plagado de arrepentimientos y de cosas que pudieron ser y no fueron, cosas que ni siquiera me pertenecen y que aún así me persiguieron todo el día. Ahora ya no importa, mi día ha acabado y yo sólo quiero cerrar los ojos con música de fondo.

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