miércoles, 25 de julio de 2012

Pies en aterrizaje.

Hoy voy a plantar mis pies en el suelo, bien firmes. Hoy no me va a mover el viento, no me va a hacer caer la tormenta. Hoy me voy a demostrar que valgo algo más.

Siempre detrás, dejando pasar a los demás. Dejándome a mi misma a un lado, perjudicándome si eso hace falta para que otro esté bien. Sumisa, callada y dispuesta. ¡Pues no me da la gana! Me he cabreado... Y me cabrea más que sea culpa mía por dejarme pisar siempre, que el hecho en si mismo. Me jode profundamente que no se me tome en serio nunca y todo porque no dejo que lo hagan, porque me tomo todo a la ligera y me río de todo, incluso de mi misma, lo cual da pie a que lo hagan todos los que me rodean, está claro. Pero, ¿y si no quiero que esto siga así? ¿y si me da la gana ser alguien más, no ser solo aquella de la que se ríen sin más? Es mi decisión. Me gusta ser como soy, pero no sé pararlo. Necesito alejarme de mi misma a veces para hacerme valer. Y hoy me voy a hacer valer. 

Merezco algo bueno, decente. Merezco ser el primer plato y no el segundo, el tercero, el postre o la decepcionante vuelta a casa después de una gran noche. Merezco ser importante de verdad, ser esa por quien se deja todo de lado, ser la musa de alguien, ser "ella". Pero de lo que creo que merezco a lo que merezco de verdad, parece haber un abismo profundo, oscuro y eterno.

No puedo permitir que siga así. Los puntos sobre las ies y las ies en su lugar. Hay que dejar las cosas claras, sencillas y en bandeja, porque parece que es la única forma de que se entienda. ¿Por qué llegar al punto de cabreo e impotencia para darme cuenta de esto? No lo sé... Pero aquí estoy, pensando como decir las cosas sin llegar a la histeria. Mi límite está cerca y sabiendo como me pongo llegado ese límite, creo que no debo sobrepasarlo.

Bueno... con un poco de suerte haré las cosas sin cagarla. Confianza, fuerza y seguridad, la suerte está sobrevalorada, pero no me vendría nada mal un poco.

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