Anduvieron juntos todo el día por toda la ciudad sin decirse una palabra, sin cruzar una mirada. Al cabo de la noche él se sentó lentamente frente a la playa y ella hizo lo mismo, en silencio. Él, sin sacar la vista del horizonte le dijo: "Creo que empiezo a acostumbrarme a estar contigo, eso es lo peor de todo". Y mientras a él le caía una lágrima por la mejilla, la Soledad contestó: "Suele ser lo habitual cuando pasas tanto tiempo a mi lado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario